Ya no es una utopía. Según un estudio de Greenpeace, un sistema eléctrico basado completamente en renovables es técnicamente posible y económicamente asequible, con total garantía de suministro en todo momento.
La capacidad de generación de energía con fuentes y tecnologías renovables aumentó en todo el mundo en 161 gigawatios en 2016, lo que significa el mayor crecimiento de recursos obtenidos de fuentes limpias, según datos publicados por la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA)
Es una fecha clave para España: ese año, según varios estudios de Greenpeace, podríamos tener un potencial renovable tal, que sería capaz de abastecer más de 56 veces la demanda eléctrica de la península.
Las renovables contribuyeron con el 60% de la nueva producción de energía en todo el mundo. En algunos países la cuota fue incluso mayor. Las tres principales tecnologías de generación de energía (solar fotovoltaica, eólica e hidráulica) sumaron 127 GW de nueva capacidad de producción de energía global.
Según el último estudio de Greenpeace sobre renovables, que data de 2015, estas energías limpias suministraron casi la cuarta parte de la producción total de electricidad. La energía hidráulica es, hoy por hoy, la mayor fuente renovable.
Hace poco, se sobrepasó la cifra mágica de un millón de coches eléctricos circulando por el mundo. Aunque aún representan una porción muy pequeña del mercado automovilístico, el crecimiento es exponencial. El año pasado se vendieron un total de 550.000 en todo el mundo, un 77% más que el ejercicio anterior.
El país nórdico se ha tomado muy en serio la movilidad sostenible. Ha anunciado que, a partir de 2025, prohibirá la venta de cualquier tipo de vehículo que requiera gasolina o diésel.
Según IRENA, el año pasado el mundo contó con más de 227.000 megavatios de potencia de energía solar instalada. Para que te hagas una idea del aumento: en el año 2000, la capacidad instalada total era de poco más de 1.000 megawatios. En el último estudio de la petrolera BP, se refleja que el consumo de energía solar creció un 38% en 2015 respecto al año anterior.
Los datos de IRENA muestran que España es uno de los pocos países desarrollados en los que la implantación de las energías renovables (nuevas instalaciones o aumento de potencia de las ya existentes) permaneció prácticamente congelada en 2016. En 2015, las renovables sumaban un total de 47.890 megawatios en nuestro país; el año pasado se cerró con una potencia instalada de 47.954.
Dentro de las medidas para cumplir con el Acuerdo de París contra el cambio climático, la Unión Europea se ha fijado objetivos ambiciosos, pero realizables. Los gases de efecto invernadero deberán haberse reducido, al menos, en un 40%. Para ello, es imprescindible el impulso de las energías renovables y el abandono paulatino de los combustibles fósiles. La Unión Europea se ha marcado que, para ese año, que la cuota de energías renovables sobre el total sea de, al menos, un 27%.
Fuente: https://edpr-energytalks.com