Los avances hacia la inclusión sociolaboral de personas con discapacidad y el cumplimiento de la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de las NN.UU es un camino lento pero constante.

Durante este año hemos podido presenciar cómo vamos dando pequeños pasos para la normalización de la discapacidad. La película española más laureada del año tuvo como protagonistas actores amateurs con discapacidad intelectual; el mismo día que la Constitución cumplía 40 años se eliminó de ella la palabra “disminuido”; las personas con discapacidad –especialmente con discapacidad auditiva y visual- pueden ya pertenecer a un jurado popular; el Ministerio de Hacienda y Función Pública refuerza la inclusión y accesibilidad con la Ley de Contratos del Sector Público. Pero quizá, el cambio más ilusionante fue el acontecido el pasado diciembre, cuando fue modificada la Ley Orgánica de Régimen Electoral (LOREG) permitiendo a 100.000 personas con discapacidad intelectual en España ejercer un derecho a voto que hasta entonces tenían vetado.

Pese a que la Fundación Integralia DKV celebra los avances conseguidos este año, no podemos dejar pasar los retos y desafíos en materia de inclusión que aún no se han llevado a cabo y que creemos resultan determinantes para la normalización de la discapacidad. Estos son las tres grandes asignaturas pendientes por las que entidades como la Fundación Integralia DKV lucha cada día por su cumplimiento.

Inclusión laboral

Otro año más nuestro país suspende en la inclusión laboral de personas con discapacidad. Según un estudio realizado por la consultoría Leialta, el 81% de las empresas con más de 50 empleados no alcanza la cuota obligatoria del 2% de personas con discapacidad en su plantilla. Ocho de cada diez empresas incumplen por tanto la Ley General de la Discapacidad (LGD). Los motivos que esgrimen se articulan en que no encuentran bases de datos especializadas de personas con discapacidad, que el puesto de trabajo no es compatible con la discapacidad de quienes demandaban el empleo, que no saben qué medidas tienen que llevar a cabo para lograr la inserción y que piensan que estas personas tienen un alto índice de absentismo laboral. Según el Observatorio Estatal de la Discapacidad (OED), casi el 30% de las personas con discapacidad se encuentran en desempleo, doblando la media de personas sin discapacidad. La falta de empleo limita la independencia y el desarrollo personal y es causa directa de que una de cada tres personas con discapacidad esté en riesgo de pobreza, según la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y Exclusión Social. 

Aprovechamos para recordar a las empresas que estas dificultades son mitigables con el apoyo de entidades del tercer sector social de la discapacidad como Integralia, expertos que facilitan el éxito en la inserción laboral acompañando y asesorando a las empresas durante todo el proceso.

Educación

El pasado junio de 2018, el Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU denunció que España “excluye” a los alumnos con discapacidad en el sistema educativo. Dicho Comité advirtió graves violaciones sistemáticas del derecho a la educación de las personas con discapacidad. Hay que recordar que las personas con discapacidad presentan niveles educativos inferiores a las personas sin discapacidad, datos que se acentúan cuando hablamos de estudios superiores. El porcentaje de analfabetismo es también más sustancial que el de las personas sin discapacidad, que es prácticamente inexistente.

La falta de formación representa un freno evidente en el desarrollo personal y laboral de las personas. Una de las causas más relevantes es precisamente lo que denuncia el Comité que, según sus propias palabras, afirma que “el Estado español vulnera el artículo 24 de la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad al mantener estructuras y dispositivos “discriminatorios y segregadores” en la educación.

La Fundación Integralia DKV es consciente de que la inclusión laboral de personas con discapacidad es un proceso que debe ir acompañado de formación y capacitación. Es por ello que desde 2013 ha puesto en marcha una iniciativa formativa articulada en la Escuela Integralia, orientada a mejorar las competencias de las personas con discapacidad, permitiéndoles afrontar mejor su inclusión en un mercado laboral cada vez más competitivo.

Accesibilidad

Solo el 0,6% de los edificios de viviendas en España son accesibles según un estudio de la Fundación Mutua de Propietarios y la Cátedra UNESCO de Vivienda de la Universidad Rovira y Virgil de Tarragona. Este dato contrasta con el 1,5% de los edificios alemanes o el 2,5% de los suecos, ya de por sí bajo. Esta situación permite que muchas personas con discapacidad –especialmente física- estén “arrestadas” en su propio domicilio, con toda la problemática que ello conlleva. ¿Cómo puede una persona estudiar, tener un trabajo, ser independiente, si necesita la ayuda de terceros para salir de su propio domicilio?

Desde la Fundación Integralia DKV nos alegramos mucho por los avances obtenidos en este 2018 pero no nos olvidamos de las asignaturas pendientes que todos juntos como sociedad iremos superando progresivamente.

Fuente: www.dkvintegralia.org/