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28/11/2019 Claves para hacer una ciudad más sostenible


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El transporte de pasajeros genera el 70-80% del consumo de energía y emisiones

La sostenibilidad, la reducción del consumo energético, la inclusión social o la movilidad de los habitantes son algunos de los objetivos que se han planteado las urbes del siglo XXI con el fin último de fomentar el crecimiento económico, el empleo y la instalación de nuevos negocios. Pero ¿en qué punto se encuentran las ciudades de hoy en día en esta tabla de propósitos?

La urbanización se está desarrollando a un ritmo tan acelerado que ha hecho que sea considerado como un proceso sin precedentes en la historia. Este movimiento pone en duda la capacidad de las ciudades para satisfacer de forma adecuada las demandas de recursos y servicios de la población, que se espera que a nivel global en 2030 llegue a los 8.500 millones de personas, de los que el 60% vivirá en centros urbanos.

En España, la población urbana ya alcanzaba el 80% en 2015, según datos del Banco Mundial. Ante esta cifra, que no deja de incrementarse, el ente multinacional exige a los líderes urbanos actuar con rapidez para planificar el crecimiento, proporcionar servicios básicos y trabajar contra la contaminación.

El Banco Mundial ha pedido construir ciudades que "funcionen", que sean inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles y para ello se necesita una coordinación normativa intensiva y oportunidades de inversión.

En cuatro años, las ciudades chinas han reducido un 32% la concentración de partículas finas en el aire

Las ciudades son las primeras que deben liderar el cambio de modelo y lograr ambientes más vivibles para sus poblaciones, sin embargo, estos objetivos se encuentran al final de la lista de la mayoría de los gobiernos y países, que todavía no se han lanzado a trabajar de lleno en ellos. En este contexto, la contaminación del aire es una de las diez amenazas de la salud mundial en 2019 y mata a 7 millones de personas cada año, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). No obstante, como en todo, hay excepciones y una de ellas es China, el país más poblado del mundo con 1.355 millones de habitantes. Sus ciudades han conseguido reducir la concentración de partículas finas en el aire en un 32%, en tan solo cuatro años. El gobierno de Pekín diseñó un plan nacional de la calidad del aire que obligaba a todas las zonas urbanas a reducir entre el 10% y el 25% las concentraciones de partículas finas y para ello destinó 120.000 millones de dólares. Además, las ciudades chinas Shanghái y Cantón restringieron la circulación de coches por la calle.

Mayor uso del transporte público

La OMS ha propuesto estrategias para este 2019 con el propósito de lograr urbes sostenibles. Una de las iniciativas es la promoción de cocinas "limpias" que no usen combustibles contaminantes en el interior de sus hogares. La ONU se ha mostrado favorable a realizar cambios en el modelo económico, entre ellos terminar con los subsidios para los combustibles fósiles y cambiar hacia energías renovables, así como utilizar vehículos eléctricos.

Monitor Deloitte realizó el informe Ciudades energéticamente sostenibles: la transición energética urbana a 2030 a través del cual da las claves necesarias para abordar la problemática que esto supone. El informe considera necesario un mayor uso del transporte público al hacerse visible que el transporte de pasajeros de nuestras ciudades genera el 70-80% del consumo de energía y emisiones. Seguir este consejo reduciría las emisiones directas e indirectas un 70%, en caso de autobús convencional y más de un 90% en caso de tren o metro en comparación con el vehículo tradicional.

Los vehículos españoles son de los más antiguos y contaminantes de Europa; no obstante, se espera que para 2030 un tercio de ellos sean eléctricos.

Rehabilitaciones energéticas

La reducción de contaminación y la expulsión de CO2 no tiene que depender únicamente del cambio de hábitos, sino también de la forma en que una ciudad fomenta un modelo de urbanismo. Según este estudio, se deben impulsar una serie de rehabilitaciones energéticas en los edificios de la ciudad. Existen cuatro tipos básicos de rehabilitación: el cambio de ventajas, la rehabilitación de fachadas, el rediseño de cubiertas o la rehabilitación integral del edificio. La primera de ellas es la más fácil de realizar y la más barata.

Se estima que para 2030 debería incrementarse entre un 30% y un 40% la existencia de sistemas de climatización basados en bomba de calor

Con el fin de reducir hasta un 30% los costes, el informe apuesta por la utilización de una bomba de calor que eliminaría dos de las infraestructuras que más gastan actualmente: la calefacción y el aparato de aire acondicionado. Se estima que para el año 2030 se debería de incrementar entre un 30% y un 40% la existencia de sistemas de climatización basados en bomba de calor y la implantación de iluminación LED. El sector servicios es uno de los que requieren un mayor esfuerzo energético, es decir, tanto las oficinas y el comercio suponen el 65% del consumo de energía y el 40% de la superficie, según el informe.

El papel del ciudadano

A pesar de que las empresas y las administraciones públicas tienen la última palabra en establecer medidas que se deban cumplir, los ciudadanos pueden contribuir en su rutina con acciones positivas que ayuden a ver más sostenible la ciudad. Uno de los cambios más comentados hasta ahora ha sido el hábito del transporte. Según el estudio de Monitor Deloitte, es necesario seguir insistiendo en la importancia que tiene sustituir los vehículos motorizados por el transporte público o incluso apostar por ir en bicicleta o a pie.

A la hora de cambiar la vivienda, se debe apostar por los revestimientos o la instalación de calderas o bombas de calor eficientes para la calefacción o el agua caliente, así como instalar las bombillas LED o los termostatos inteligentes, que ayudan a reducir la factura de luz y de gas.

La ciudad sostenible está en permanente construcción y las medidas que se tomen deben apuntar al equilibrio entre el desarrollo y el bienestar, teniendo en cuenta principalmente los aspectos sociales que caracterizan a la sociedad, los medioambientales, y los económicos.

Fuente: https://www.eleconomista.es

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