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29/09/2022 Así ha funcionado hasta ahora la semana laboral de 4 días: comienza la primera gran prueba en España.


Etiquetas: RRHH
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La Comunidad Valenciana ha hecho oficial sus ayudas para el experimento por el cual empresas voluntarias podrán recibir apoyo por probar este nuevo modelo de jornada.

 

 

 

 

La semana laboral de 4 días ha dado un paso más hacia lo concreto en España. Tras años de debates que parecían no salir de lo político, algunos experimentos en empresas empezaron a poner en práctica esta propuesta. Ahora, por primera vez, un Gobierno Autonómico lo va a poner en marcha.

La Comunidad Valenciana ha publicado y, por lo tanto, hecho oficial su propuesta para que empresas de forma voluntaria prueben con este nuevo calendario. A cambio, cada empresa recibirá 9.611 euros repartidos en tres años de forma decreciente: 5.492 euros el primero, 2.746 euros el segundo y 1.373 el tercero.

La Generalitat estima que es aproximadamente un 20% del salario de un trabajador. Con esta prueba, a la que podrán adherirse empresas voluntarias, se pretende probar cómo afecta a la rentabilidad, la productividad y la conciliación trabajar cuatro días a la semana.

Este plan en España es el primero efectivo, y se adelante al del Ministerio de Industria, que había congelado hasta ahora un plan que afectará de ponerse en marcha a 6.000 empleados de 200 pequeñas y medianas empresas que podrán prolongar un día el fin de semana, manteniendo su sueldo durante un año.

El pacto nació del apoyo de Más País al Real Decreto Ley para la Gestión de los Fondos UE hace un año. A cambio, el Gobierno se comprometió a destinar 50 millones repartidos en varios años para iniciar este estudio piloto con empresas voluntarias, entre 200 y 400.

Industria alegó en su momento a Más País que no se podría iniciar el plan piloto hasta no contar con una partida presupuestaria concreta. Tejero comenta que la Cuentas Públicas de este año incluyen 10 millones de euros para este plan. Y todavía no se han desarrollado las bases para adjudicar tales fondos a las empresas que voluntariamente se quieran adherir al programa piloto.

Pero, fuera de nuestras fronteras: ¿qué otros intentos se han hecho?

 

La propuesta de Bélgica

Bélgica va a introducir la semana laboral de cuatro días para aquellos que lo soliciten. Sin embargo, los empleados no trabajarán menos. En lugar de apostar por una semana de 32 horas laborables en cuatro días (como se ha propuesto en la mayoría de experimentos hasta ahora), el plan belga propone que se trabajen 40 horas divididas en cuatro jornadas. Es decir, simplemente condensarán sus horas en menos días si así lo desean y la propuesta incluye que los trabajadores podrán decidir con flexibilidad si trabajan cuatro o cinco días a la semana.

Más allá del debate sobre la productividad o sobre si hay sectores o profesionales donde puede ser inviable cualquier propuesta así, durante los últimos dos años han sido varios los países que han realizado experimentos con distintas conclusiones. Aquí los recopilamos.

 

Islandia: Menos horas con el mismo sueldo entre funcionarios

Islandia probó un modelo similar entre 2015 y 2019 que se considera el mayor experimento hasta la fecha. Sin embargo, redujo la semana laboral de 40 a 35 horas y mantuvo los niveles salariales. Unas 2.500 personas participaron en la fase de prueba, todos ellos funcionarios.

Un estudio realizado por la organización islandesa sin ánimo de lucro Alda (Asociación para la Democracia y la Sostenibilidad) y el think tank británico Autonomy constató que el bienestar de los participantes había mejorado notablemente, los procesos de trabajo se habían optimizado y había una colaboración más estrecha entre compañeros. La productividad se mantuvo o mejoró. Aunque como veremos más adelante, todo esto puede tener un sesgo posterior.

 

Escocia y Suecia también ha puesto en marcha iniciativas tildados como caros

Escocia también está probando la semana laboral de cuatro días, y el Estado apoya a las empresas participantes con unos 10 millones de libras (unos 12 millones de euros). De momento el plan sigue adelante.

Por su parte, en Suecia, se probó en 2015 una semana laboral de cuatro días con salario igual, con resultados dispares. Incluso los partidos de izquierdas pensaron que sería demasiado caro aplicarlo a gran escala. Pero algunas empresas optaron por mantener la jornada reducida para sus trabajadores.

 

¿Han tenido éxito?

Aunque algunos de estos casos como el islandés han sido vistos como un éxito, sin embargo, existen varias opiniones que en los últimos tiempos lo han puesto en entredicho. El profesor de la Universidad de Tecnología de Sidney Anthony Veal comentaba en un ensayo en The Conversation que el hecho de que fueran funcionarios era algo de tener en cuenta, y también comentaba un aspecto importante: el llamado Efecto Hawthorne.

¿En qué consiste este efecto? Su nombre proviene de un experimento llevado a cabo en 1924 por Elton Mayo, un sociólogo nacido en Australia. Realizó su investigación en la planta de Hawthorne de la Western Electric Company, que fabricaba equipos telefónicos para AT&T.

El sencillo experimento tenía como objetivo evaluar el efecto de las condiciones de trabajo en la productividad. Cuando se aumentó la iluminación en la zona de trabajo para unos pocos trabajadores, se observó que la productividad de los trabajadores de esa nave en particular también había aumentado. Esto permitió establecer el hecho de que el cambio mejoraba la productividad.

Estos trabajadores también formaron parte de otros experimentos exitosos en los años siguientes. Se modificaron los horarios de trabajo y las pausas de descanso, y se les ofreció comida durante las pausas. Se observó que cada pequeño cambio suponía una mejora de la productividad.

Los experimentos continuaron hasta 1932 y se invirtieron todos estos cambios suponiendo que la productividad caería, pero sorprendentemente no hubo ninguna caída en los niveles de productividad.

Mayo estableció que no era el cambio en el entorno físico lo que aumentaba la productividad, sino la creencia de los trabajadores de que eran valorados, atendidos y que alguien se preocupaba por su lugar de trabajo. Además, tener la oportunidad de discutir los cambios antes de que se aplicaran contribuyó al aumento de la productividad.

 

 

Fuente https://www.eleconomista.es/

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